Allí, el equipo y Kempes en particular recibirían un gran apoyo que ayudó a que despegara el potencial futbolístico. En el encuentro ante Polonia, Kempes marcó los dos goles de la victoria, además de evitar uno en su propio arco; pero lo hizo con la mano, y el penal fue atajado por Ubaldo Fillol. Luego de la igualdad ante Brasil, Argentina necesitaba golear a Perú; lo consiguió derrotando 6-0 al seleccionado incaico, camiseta de boca y Mario convirtió dos goles.