Tras su escisión del Club Universitario de Deportes, el club inició su proceso de afiliación a la Asociación Fútbol Profesional, la que fue aprobada el 19 de abril de 1937. Por este motivo, un grupo de estudiantes de la Universidad Católica, se reunieron en una residencial de Santiago de Chile para discutir la organización de un club deportivo con personalidad legal.