Los jóvenes nos cuentan que para ellos la moda española es un referente y que no querían tener que recurrir a una producción fuera de nuestras fronteras para llevar a cabo su proyecto. Aunque les costó muchos quebraderos de cabeza -prácticamente todo el mundo les aconsejaba que trabajasen en China por los costes más bajos- lo tenían claro, «nuestra prioridad era que Morrison fuese una marca totalmente española» puntualizan mientras nos muestran los elaborados remates de las zapatillas.