Como se anunciaron medidas ejemplares contra el Frente Atlético tras la muerte de Aitor Zabaleta. Es triste, pero resulta imprescindible que se produzca una muerte para que el problema de la violencia ultra despierte un mínimo de atención mediática. También entonces los responsables políticos, deportivos y policiales se rasgaron las vestiduras ante la brutalidad de la violencia en el futbol.