El resto del plan, desde que dijo “no” al primer equipo del Mallorca, va -casi- como la seda. De esta manera, cuando realmente debamos usarlo como un medio seguro de transporte para salir a la calle, el gato estará más que acostumbrado a las dimensiones y el olor del transportín, sea blando o rígido, y no debería resultar ningún problema introducirlo manualmente.